Por Irene Alfaro, Directora Gerente Senior

La COP30, celebrada en Belém, Brasil, marcó un punto de inflexión para la región y para Arpel, consolidando su rol como referente en la transición energética justa y la adaptación climática. Por primera vez en su historia, Arpel coorganizó un side-event oficial junto a Ipieca y el United States Council for International Business (USCIB), bajo el título “Transición justa y adaptación: un diálogo empresarial global”. Este encuentro permitió profundizar sobre los avances hacia el Global Goal on Adaptation (GGA) y el UAE Just Transition Work Programme (JTWP), en el décimo aniversario del Acuerdo de París.

Un liderazgo regional en transición justa

La participación activa de Arpel en la COP30 no solo evidenció el compromiso de la asociación con la agenda climática global, sino que también posicionó a la región como protagonista en la construcción de soluciones innovadoras y equitativas. El evento destacó la necesidad de cooperación entre sectores y regiones, subrayando que la transición energética y la adaptación climática requieren del liderazgo del sector privado, la innovación, el involucramiento comunitario y el desarrollo de habilidades verdes.

Arpel, a través de su Comité de Transiciones Energéticas, ha impulsado el diálogo multisectorial y la generación de conocimiento, promoviendo la justicia energética y la resiliencia. La publicación del White Paper “Transiciones Energéticas Justas en América Latina y el Caribe” en 2023, consensuada entre todas las empresas socias, abrió el debate sobre los desafíos y oportunidades de la transición, y sentó las bases para el desarrollo competitivo de la región.

Acciones concretas de las empresas socias

Las empresas socias de Arpel han asumido un papel activo en la implementación de acciones alineadas con el Acuerdo de París. Entre las iniciativas más relevantes se encuentran:

• Gestión de riesgos climáticos físicos y de transición: Se han desarrollado capacidades y herramientas para identificar y gestionar riesgos, fortaleciendo la resiliencia climática y la continuidad operativa.
• Mercados de carbono: Las empresas han profundizado en el conocimiento de los mercados de carbono, participando en talleres de capacitación y explorando soluciones basadas en la naturaleza como medidas de compensación y metas basadas en la ciencia.
• Transiciones energéticas justas: Se ha promovido el intercambio de experiencias y la incorporación del concepto de transición justa en proyectos concretos, facilitando el diálogo con stakeholders externos y entre socios.
• Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: Las empresas han presentado acciones concretas para avanzar hacia la descarbonización, incluyendo la medición y reducción de emisiones de metano, la digitalización de procesos y la diversificación hacia energías renovables.

Colaboración y diálogo como motores del cambio

Durante la COP30, se reiteró la importancia de la colaboración entre organizaciones para acelerar la transición energética y garantizar un futuro sostenible. El sector privado, representado por Arpel y sus empresas socias, demostró que la innovación y el compromiso colectivo son esenciales para enfrentar el desafío climático y asegurar un suministro energético responsable.

La complementariedad entre políticas públicas y privadas, la medición del progreso con indicadores claros y la promoción del diálogo social fueron identificados como elementos clave para una transición equitativa. Arpel se consolidó como referente regional en justicia energética e innovación, reafirmando su determinación de trabajar conjuntamente y compartir mejores prácticas.

Mirando hacia el futuro: desafíos y oportunidades

El trabajo realizado en la COP30 sienta las bases para los próximos años. De cara a la conferencia de 2026, Arpel continuará fortaleciendo sus vectores estratégicos, ampliando el alcance de sus iniciativas y promoviendo la participación activa de sus empresas socias en la construcción de una región más resiliente y sostenible.

La senda hacia el cumplimiento del Acuerdo de París es desafiante, pero la experiencia de la COP30 demuestra que, con alianzas sólidas y acción colectiva, es posible avanzar hacia una transición energética justa, inclusiva y sostenible.